El presidente Jimmy Morales se queda sin un importante aliado, mientras que el ambiente político del país se impregna de rumores y temores según la percepción de varios sectores.
Acciones de Inconformidad Social en Guatemala del 23 al 29 de abril
Durante esta semana se registraron un total de 29 Acciones de Inconformidad Social (AIS) relacionadas a 22 demandas con la participación de 9 actores diferentes y con una movilización aproximada de 2,810 personas.
Fuera de la temática propia de las acciones de inconformidad, destaca el fallecimiento del Alcalde Metropolitano y expresidente Álvaro Árzú Irigoyen, el día viernes 27. Muchos sectores identifican ante el suceso un posible debilitamiento en el respaldo que el presidente Morales encontraba en el exjefe edil, ya que este se había convertido en un importante aliado en la evidente lucha que el gobernante libra contra las autoridades del Ministerio Público y la CICIG. También se evidenció en redes sociales las diferencias marcadas entre la población respecto a la vida política de Arzú. El exgobernante recibió honras fúnebres oficiales y fue sepultado en Antigua Guatemala. En su lugar tomó posesión Ricardo Quiñónez Lemus quien fungía como Primer Concejal de la comuna capitalina.
Durante esta semana la organización campesina CODECA se manifestó en contra del presidente Jimmy Morales, el Congreso de la República y algunos empresarios.
Esta manifestación ocurre en el contexto de un nuevo caso de financiamiento ilícito en contra del partido oficial y la supuesta participación del presidente Jimmy Morales en el mismo, presentado por el Ministerio Público y la CICIG.
Como se ha observado en anteriores ocasiones, CODECA se manifiesta para pedir la renuncia del Presidente, el rechazo a la corrupción y a los empresarios. El guion de este tipo de manifestaciones ha sido el mismo durante los últimos años y no ha tenido ningún impacto concreto que haya satisfecho alguna de sus demandas.
Durante este año se ha registrado un total de 27 manifestaciones en diferentes departamentos del país en torno a similares demandas. Llama la atención el desgaste que ha tenido la organización y uno de los reflejos más notorios es la reducción de personas movilizadas y el tiempo de duración de las acciones. En este sentido, también se puede destacar el incremento de los conflictos por transmisión de energía y el rechazo de algunas comunidades del interior del país hacia algunas prácticas de CODECA.
Dentro de la semana también se puede resaltar las manifestaciones del Sindicato de Educación (STEG), para pedir el cumplimiento del Pacto Colectivo acordado con el Gobierno. En semanas anteriores el sindicato tomó las direcciones departamentales en 10 departamentos diferentes y se suspendieron las clases en gran parte del territorio nacional. Hasta el momento no se han llegado a acuerdos con el Ministerio de Educación para dar marcha atrás al paro de labores.
Nuevamente, algunas instituciones como Empresarios por la educación hicieron un llamado para crear un nuevo Pacto Colectivo que mejore las condiciones laborales de los maestros y la educación escolar. Sin embargo, no se han visto avances significativos que den solución a esta situación. Con las manifestaciones de esta semana se registran un total de 17 AIS realizadas por el sindicato de educación.
En esta semana se incrementaros las acciones en comparación a la semana anterior, así como la variedad de motivos que las han generado. Hubo demandas por servicios de agua potable, por generación y transmisión de energía eléctrica, demandas en torno a pilotos de transporte urbano, diferencias por presencia policial, finalización de proyectos de infraestructura, compromisos estatales, entre otros. La particularidad de esta semana radica en que las múltiples demandas de la población hacia los problemas sociales, muestra un debilitamiento continuo del Estado y de sus instituciones. Este debilitamiento está relacionado con la deslegitimación de la población hacia el Gobierno y el Congreso de la República por diferentes actos que están relacionado a temas de corrupción.
Poco ha hecho el Gobierno para atender de manera integral la conflictividad social y es manifiesto que no se están atendiendo de manera adecuada los problemas estructurales que generan la conflictividad en el país. Sigue existiendo una tensa calma política que pareciera debilitarse con el paso de los meses y que a su vez crea condiciones para la conflictividad.