Pactos colectivos, acciones ilegales con escalada de violencia, conflictos internacionales y desgaste gubernamental.
Durante esta semana se registraron un total de 18 AIS en torno a 14 demandas, con la participación de 8 actores.
El sindicato del ministerio de trabajo realizó una manifestación por segunda semana consecutiva en relación a la negociación de un nuevo pacto colectivo. Durante el inicio de este año ya se han registrado 3 manifestaciones en relación a pactos colectivos de diferentes sindicatos. Dependiendo de cómo se logren acuerdos con las autoridades correspondientes, podrían surgir nuevas manifestaciones del sindicato del ministerio de trabajo. De igual forma, se registró una segunda manifestación por el sindicato de trabajadores de un parque recreativo en Quetzaltenango, por demandas relacionadas a la negociación de un nuevo pacto colectivo. Durante el 2017 se registraron 139 AIS por pactos colectivos, siendo el sindicato de salud y educación los principales actores.
Durante esta semana se registró la segunda acción ilegal con escala de violencia del año. Pobladores del área del Valle del Polochic en El Estor, Izabal, bloquearon el acceso y salida de la planta Pataxte de la empresa Naturaceites. Los inconformes pedían trabajo y beneficios económicos por la fuerza. En el año 2017 se registraron 4 AIS relacionadas con la empresa Naturaceites, las cuatro de ellas con escaldas de violencia, como por ejemplo la invasión de tierras, esto convierte a esta zona en un foco de conflicto latente y constate de ataques por pobladores del área. Este tipo de ataques a empresas se han vuelto cada vez más recurrentes por pobladores, con la intención de conseguir beneficios económicos como consecuencia de la ausencia del Estado. Además, cabe resaltar que el año pasado registró un total de 36 AIS con escalada de violencia, lo que evidenció un incremento de este tipo de acciones respecto a años anteriores y se marca una tendencia a que el 2018 sea similar al 2017.
Se siguen sintiendo los efectos de la crisis política de finales del 2017. El Colectivo Ciudadano de Quetzaltenango y la Comisión de Transparencia del departamento, se presentaron ante el Tribunal Supremo Electoral con un compilado de firmas para pedir la renuncia de los diputados que representan al departamento. Esta manifestación de rechazo, muestra que sigue estando vigente la inconformidad de la población hacia los diputados, y también puede interpretarse como la cercana fiscalización de la población hacia el organismo legislativo. A esta manifestación también se unieron sectores organizados de Suchitepéquez para realizar las mismas demandas. El desgaste que sufrió el organismo legislativo sigue persistiendo y, ante los continuos señalamientos hacia diferentes diputados por casos de corrupción, se presenta un escenario nada favorable para el congreso que se traduciría en el aumento de acciones de inconformidad social.
La tensa situación que vive Honduras tuvo sus repercusiones en Guatemala. El viernes se realizó una manifestación por parte de la comunidad Chortí de Chiquimula, como muestra de rechazo al gobierno del Juan Orlando Hernández, quien ha sido señalado por la oposición de haber conseguido su reelección de forma anómala. Las AIS en torno a problemas internacionales son reducidas en comparación a las demandas relacionadas con el Estado, sin embargo, el año pasado se realizaron 5 AIS como consecuencias de coyunturas internacionales, por ejemplo, el rechazo al presidente Donal Trump y el apoyo/rechazo hacia el gobierno venezolano.
Durante la semana también se registraron demandas en contra de alcaldes, demandas de maestros, minería, generación de energía, entre otras. Sin embargo, la mayoría de AIS generadas durante el primer mes son demandas dirigidas hacia el legislativo y el ejecutivo, hasta el momento siguen siendo estos sectores hacia los que más desgaste han tenido. Por el momento, se sigue percibiendo una fractura entre gobierno y población. Los nuevos casos por corrupción aumentan el descontento generalizado, trayendo como consecuencia el aumento de AIS, posicionándose como válvulas de escape para los sectores inconformes, pero estas acciones no representan la respuesta ante las demandas de la población y, en la medida en que estas demandas no obtengan respuesta del Estado, solamente deterioran la ya debilitada imagen del gobierno.