Durante esta semana se registraron un total de 11 acciones generadas por 7 actores, en torno a 11 demandas distintas, con una movilización aproximada de 460 personas.
Las acciones se registraron en 5 departamentos. El departamento de Guatemala fue el principal generador de AIS con 6 acciones por derechos laborales, electoral, apoyo y rechazo de ley, minería no metálica y política internacional. En Quetzaltenango hubo 2 acciones por distribución de energía y rechazo a gestión gubernamental. En Huehuetenango se registró una acción por reparación de carreteras. En el departamento de Quiché hubo una acción por conflictos territoriales. Totonicapán registró una manifestación para pedir a la municipalidad que rindiera cuentas de su trabajo.
Las acciones se dirigieron principalmente al Organismo Legislativo 27%, Organismo Ejecutivo 18%, el sector empresarial con un 18% y la corte de constitucionalidad con un 9%. La razón por la cual el Organismo Legislativo lideró el mayor sector demanda se debió a la divergencia de diferentes sectores en torno a la ley 5272 – Protección a la Vida y la Familia.
Las acciones más recurrentes en la semana fueron la manifestación con un 81.82%, protesta mediática 9% y toma de rehenes con 9%. Esta es la cuarta semana consecutiva con al menos una acción de carácter violento.
Durante esta semana se generaron 2 acciones vinculadas a la discusión de la ley 5272 – Protección a la Vida y la Familia. Organizaciones de la comunidad LGBTI se manifestaron en contra de la aprobación de esta ley y expusieron que vulneraba derechos de las minorías. En contrapartida, los sectores religiosos apoyaban la aprobación de esta ley utilizando un discurso dogmático. Además, en la actual coyuntura electoral esta temática ha sido ampliamente utilizada para posicionar a candidatos y conseguir votos.
Desde el 1 de mayo se anunció una marcha por parte de diversos sectores indígenas y campesinos para mostrar su rechazo ante el actual sistema económico y político. La marcha pretende hacer un recorrido por la zona suroccidental hacia la ciudad capital. El discurso manejado por estas organizaciones está enfocado en demandas que considerablemente conocidas, como la defensa del territorio, el rechazo a proyectos de inversión como minería e hidroeléctricas, la conflictividad agraria y el supuesto despojo de tierras ancestrales, monocultivos y, en menor medida, el tema de corrupción. Estas han sido las mismas demandas de los últimos años y de las cuales se ha hecho poco eco y que han quedado diseminadas en la coyuntura política. Esta marcha podría responder al contexto electoral y la intensión de posicionar estos contenidos ante los presidenciables.