Durante esta semana se registraron un total de 10 acciones en relación a 9 demandas, generadas por 6 actores distinto, con un aproximado de 565 personas movilizadas.
Las acciones se registraron en 5 departamentos diferentes. El departamento de Guatemala fue el que mayor cantidad de acciones registró con un total de 5 acciones, generadas por el tema de infraestructura vial, rechazo de la gestión gubernamental, aprobación de leyes y territoriales. En el departamento de Quiché hubo dos acciones en rechazo a medidas municipales y por la libertad de prensa. En Santa Rosa hubo una acción vinculada a la oposición de un proyecto minero. En Alta Verapaz se contabilizó un bloqueo de carretera relacionado a supuesta actividad del narcotráfico. En Izabal hubo una acción por la falta de empleo en el área.
Las acciones se dirigieron principalmente al organismo ejecutivo con un 40%, seguido del sector empresarial con un 20%. Además, las acciones también se dirigieron hacia el Organismo Legislativo con un 20% y hacia la municipalidad con un 10%.
Las acciones más recurrentes fueron las manifestaciones con un 40%, las protestas mediáticas con 40% y los bloqueos de carretera con un 20%.
En el contexto electoral se inició una marcha denominada “Marcha por la Dignidad y la Justicia”. La manifestación estuvo dirigida por organizaciones no gubernamentales, organizaciones indígenas y campesinas. Durante 8 días recorrieron 4 departamentos del país para finalizar en la Plaza Central de la ciudad capital, y exponer su inconformidad ante el modelo de desarrollo económico y el sistema político actual. Esta marcha fue un consolidado de diferentes organizaciones con objetivos comunes y que anteriormente han impulsado una agenda que visibilice sus demandas, las cuales ha sido ampliamente expuestas con anterioridad. Sin embargo, la marcha no tuvo mayor eco en cobertura mediática y en el contexto electoral.
Es evidente la necesidad de un cambio ante los problemas que afectan a la población más vulnerable del país, pero con modelos de acción que tradicionalmente se han utilizado, se han obtenido resultados poco significativos. Las organizaciones tradicionales poco han hecho por cambiar la realidad en el interior del país, y muestra de esto es la evidente fragmentación que existe en la presente contienda electoral.
Esta marcha muestra la necesidad de un recambio de liderazgos que oxigenen la forma de relacionarse de estos grupos hacia el Estado y hacia sus comunidades.