En junio pasado cumplimos nueve años de trabajo ininterrumpido, tiempo durante el cual, hemos contado con un equipo multidisciplinario comprometido con la promoción del diálogo, la negociación y la transformación de los conflictos.
Nuestro trabajo ha contribuido a que los diferentes actores involucrados en los conflictos, encuentren otras formas de análisis para ver desde diferentes perspectivas sus problemáticas y a través de la vía del diálogo y la negociación, lograr acuerdos que sean sostenibles en el tiempo y que permitan avanzar en el desarrollo de las inversiones en los territorios tomando en cuenta los intereses de la población que los habita, así como aliándose con el Estado para que este cumpla con lo que constitucionalmente le corresponde, y de la misma forma, los alcaldes y sus corporaciones municipales.
La cultura del diálogo y la negociación como parte de la búsqueda de la paz, es imprescindible para que una sociedad pueda avanzar, resolviendo sus diferencias y construyendo acuerdos de beneficio para todos. La democracia se construye día a día y esta se hace a través de la vía del diálogo, la negociación y el cumplimiento de los acuerdos a los que se haya llegado.
En nuestra sociedad, ha prevalecido la cultura del conflicto, de la descalificación, del choque y el diálogo se ha demeritado en innumerables ocasiones; sin embargo, es la única vía que se tiene para solventar las diferencias de distinta naturaleza, por más complejas que estas parezcan.
En AYSSA hemos tendido puentes entre actores privados, comunitarios, gobiernos municipales y gobierno central para que en un espacio adecuado, en libertad, con voluntad propia y la decisión de constituirse en actores constructivos y colaborativos, se escuchen, se informen todos por igual, analicen las diferentes problemáticas, el conflicto que cada uno considera que existe, encuentren puntos en común y busquen soluciones a los puntos divergentes que les permita a todos los involucrados, desde una perspectiva de gana-gana, avanzar hacia acuerdos cumplibles y que les permitirá convivir en los territorios con nuevas lógicas y compromisos mutuos. En esta nueva etapa de trabajo que iniciamos, esperamos seguir aportando valor con nuestro monitoreo y análisis de la conflictividad social, con promover más diálogo y negociación y más acuerdos cumplibles, y contribuir a la formación de negociadores sociales y políticos que, con conocimiento, experiencia, habilidades, destrezas y uso adecuado de la tecnología, se constituyan en un punto de apoyo para la sociedad guatemalteca.